La “Cucina di Borgo Rotondo” nace en 2006, fruto de la nostalgia de Alessandra Vecchi, una artista y restauradora italiana que cayó bajo el encanto de Guatemala en su primera visita en 1993. Sin embargo, al mudarse al país, sentía la necesidad de compartir con los guatemaltecos las experiencias culinarias que habían marcado su vida en Italia, y también de homenajear los deliciosos sabores heredados de su familia.
Borgo Rotondo significa “pueblo redondo”, ese es el sobrenombre que recibió el pueblo de San Giovanni in Persiceto, de donde se origina la familia de Alessandra. Recibe ese apodo por la característica forma de su centro histórico, inmortalizado en un mural ubicado en la primera sala del restaurante. En la segunda sala también se encuentra un mural del pueblo amurallado de Montefabbri, anidado en las colinas entre Pesaro y Urbino. Estos son solo algunos de los nombres de lugares característicos de las regiones del norte y centro de Italia que conforman el corazón del recetario del restaurante y de donde se inspiró la receta de piadina única en Guatemala y exclusiva de Borgo Rotondo.
Antes del restaurante, Borgo Rotondo se hizo un nombre gracias a la producción de quesos artesanales. Gracias a la alta demanda y la calidad incomparable de los quesos hechos completamente a mano, se optó por comenzar con una pequeña sala con tres mesas y una barra, en Muxbal, donde están ubicados el restaurante y la quesería, para recibir a las personas que estuvieran interesadas en probar los sabores que marcaron la vida de Alessandra. Para el 2018, el restaurante había crecido tanto que se llegó a contar con 14 mesas distribuidas en dos salas y una pérgola que cuenta con vista al bosque, siempre la preferida por los comensales y quienes desean realizar eventos.
Fieles a la tradición italiana, en Borgo Rotondo se aplica la filosofía del “Km 0”, buscando que los productos sean lo más orgánicos posible y adquiridos en las cercanías para mantener la frescura y preservar los beneficios nutricionales. Además, gracias al terreno en el que está el restaurante, se cuenta con huertos en donde crecen tomates cherry, lechuga, albahaca, perejil, cilantro y demás ingredientes que marcan una diferencia en la experiencia de sabores. Los quesos de Borgo Rotondo también responden a esta filosofía, ya que se elaboran a partir de leche de vacas pinultecas y se vende a quien lo desea saborear lo más fresco posible.
Borgo Rotondo ofrece una experiencia digna de una trattoria italiana, en donde se disfruta del ambiente exclusivo y rodeado de naturaleza, y de la verdadera cocina casera italiana. El extenso menú es una invitación para que los guatemaltecos puedan probar una variedad de sabores tradicionales de toda Italia, incluyendo platillos vegetarianos y veganos y una gama de productos sin gluten para cubrir todas las necesidades de los afortunados comensales de Borgo Rotondo.
La “Cucina di Borgo Rotondo” nace en 2006, fruto de la nostalgia de Alessandra Vecchi, una artista y restauradora italiana que cayó bajo el encanto de Guatemala en su primera visita en 1993. Sin embargo, al mudarse al país, sentía la necesidad de compartir con los guatemaltecos las experiencias culinarias que habían marcado su vida en Italia, y también de homenajear los deliciosos sabores heredados de su familia.
Borgo Rotondo significa “pueblo redondo”, ese es el sobrenombre que recibió el pueblo de San Giovanni in Persiceto, de donde se origina la familia de Alessandra. Recibe ese apodo por la característica forma de su centro histórico, inmortalizado en un mural ubicado en la primera sala del restaurante. En la segunda sala también se encuentra un mural del pueblo amurallado de Montefabbri, anidado en las colinas entre Pesaro y Urbino. Estos son solo algunos de los nombres de lugares característicos de las regiones del norte y centro de Italia que conforman el corazón del recetario del restaurante y de donde se inspiró la receta de piadina única en Guatemala y exclusiva de Borgo Rotondo.
Antes del restaurante, Borgo Rotondo se hizo un nombre gracias a la producción de quesos artesanales. Gracias a la alta demanda y la calidad incomparable de los quesos hechos completamente a mano, se optó por comenzar con una pequeña sala con tres mesas y una barra, en Muxbal, donde están ubicados el restaurante y la quesería, para recibir a las personas que estuvieran interesadas en probar los sabores que marcaron la vida de Alessandra. Para el 2018, el restaurante había crecido tanto que se llegó a contar con 14 mesas distribuidas en dos salas y una pérgola que cuenta con vista al bosque, siempre la preferida por los comensales y quienes desean realizar eventos.
Fieles a la tradición italiana, en Borgo Rotondo se aplica la filosofía del “Km 0”, buscando que los productos sean lo más orgánicos posible y adquiridos en las cercanías para mantener la frescura y preservar los beneficios nutricionales. Además, gracias al terreno en el que está el restaurante, se cuenta con huertos en donde crecen tomates cherry, lechuga, albahaca, perejil, cilantro y demás ingredientes que marcan una diferencia en la experiencia de sabores. Los quesos de Borgo Rotondo también responden a esta filosofía, ya que se elaboran a partir de leche de vacas pinultecas y se vende a quien lo desea saborear lo más fresco posible.
Borgo Rotondo ofrece una experiencia digna de una trattoria italiana, en donde se disfruta del ambiente exclusivo y rodeado de naturaleza, y de la verdadera cocina casera italiana. El extenso menú es una invitación para que los guatemaltecos puedan probar una variedad de sabores tradicionales de toda Italia, incluyendo platillos vegetarianos y veganos y una gama de productos sin gluten para cubrir todas las necesidades de los afortunados comensales de Borgo Rotondo.