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Cupido y Psique, la perfección suspendida en la eternidad de un instante

Una estatua, una de las más bellas y conocidas de toda la historia del arte, revela el inmenso talento del artista que creó esta obra maestra.

Cupido y Psique es considerada la mayor obra de Antonio Canova (Possagno, Treviso 1757 - Venecia 1822), del cual este año se celebran 200 años de la muerte. Canova fue un escultor neoclásico que vivió entre los siglos XVIII y XIX y que devolvió a sus contemporáneos al esplendor de las antiguas estatuas griegas y romanas.

Para un artista, la obra de arte toma forma concreta en la búsqueda de la excelencia, entendida tanto como perfección conceptual que como canon de belleza. Cada autor se marca su propia meta de perfección y la esencia del arte se despliega al llegar a ese ápice.

Antonio Canova identificó las proporciones, la fluidez de las líneas, la pureza de la materia como absolutos indispensables en su escultura. El artista veneciano, apodado "el nuevo Fidias", llega probablemente a la cúspide de su carrera al inmortalizar un fragmento de una de las historias de amor más bellas de la mitología: Cupido y Psique, los protagonistas de una historia narrada en el “Asno de oro” de Apuleyo, autor latino del siglo II d.C.

Psique era considerada una de la mujer más bellas del mundo, y Venus, la diosa del amor, no podía aceptar que una mortal pudiera competir con su encanto. La diosa envia entonces a su hijo Amor (Cupido) con un plan para hacerla desaparecer; cuando Amor ve a Psique, se enamora perdidamente de la joven, y en lugar de seguir el plan de su madre, decide llevársela en secreto a su palacio. Luego hace un pacto con Psique, ordenándole que cuando se encontrarìan, nunca debería mirarlo. Sin embargo la joven, cada vez más atormentada por la curiosidad de saber quién era su amante, en la siguiente cita abre los ojos y mira a Amor. Este se siente traicionado y abandona a la joven, quien entonces - dispuesta a todo para verlo regresar – acepta las terribles pruebas ideadas por Venus. Finalmente Cupido se entera de los esfuerzos realizados por su amada e inmediatamente se acerca a ella y la despierta del castigo de Venus con un beso.

El beso de los protagonistas queda suspendido para siempre en una espera y en una tensión que hacen de la obra el ejemplo más famoso de perfección formal. La composición está arquitectónicamente simétrica, con una patrón en forma de X, cuyas líneas, sin embargo, están movidas por una vibración interna: no están hechas con fijeza y rigor lineal, sino que están dobladas y moldeadas en extrema tensión dinámica.

La eterna espera de un beso

El punto focal de la obra està en el encuentro de estas lìneas de fuerza. La joven que levanta los brazos, la mirada de Cupido clavada en los ojos de Psique, con la cabeza echada hacia atrás. En el centro, los labios de los dos que nunca se tocarán, pero que inspiran deseo, expectativa, impulso en el tiempo, quiere señalar que lo más importante es el beso que están a punto de intercambiar.

Esculpiéndolos en esta posición, Canova quiere involucrarnos en el abrazo profundo que envuelve a los dos amantes, haciéndonos “sumergir” por completo en la obra. En esta imagen de amor se percibe plenamente el típico gusto neoclásico de Canova: para resaltar la perfección de las formas, y como referencia a las antiguas estatuas grecorromanas, los protagonistas están completamente desnudos.

Canova: características y obras principales

Propósito de Canova es la consecución de la belleza ideal, que habían creado los griegos, es decir, aquella derivada de una idea de belleza que el artista se forma en la mente tras constatar la imposibilidad de encontrar un cuerpo perfecto en la naturaleza. Esta belleza se puede lograr mediante el máximo dominio de la técnica escultórica y la imitación de la escultura clásica.

Su escultura se basa principalmente en tres puntos:

• Dar plasticidad a sus esculturas, tanto que la carne parece casi vibrar. Solía recubrir las esculturas con pátinas de cera, lo que aumentaba este efecto de plasticidad y daba más suavidad a los drapeados, siempre presentes en sus obras.

• Un vivo rigor intelectual, que elimina todo movimiento de la escultura, dotándola de una clara rigidez. Los rostros no muestran expresión ni sentimiento.

• Una inspiración proveniente de la naturaleza que lo rodea.

Canova fue el máximo exponente del neoclasicismo en Italia. Las primeras obras se inspiran en Bernini con un cuidadoso estudio de la verdad. En las “Tres Gracias”, obra de madurez, muestra cierta tendencia a la dulzura. En “Hércules y Licas” representó el movimiento dominado por el sentimiento de las emociones, el lenguaje controlado por el intelecto. “Paolina Borghese” (hermana de Napoleón) se representa como una Venus, con la manzana de París en la mano izquierda.

Maurizio Colombo


  • Cupido y Psique, la perfección suspendida en la eternidad de un instante

    Una estatua, una de las más bellas y conocidas de toda la historia del arte, revela el inmenso talento del artista que creó esta obra maestra.

    Cupido y Psique es considerada la mayor obra de Antonio Canova (Possagno, Treviso 1757 - Venecia 1822), del cual este año se celebran 200 años de la muerte. Canova fue un escultor neoclásico que vivió entre los siglos XVIII y XIX y que devolvió a sus contemporáneos al esplendor de las antiguas estatuas griegas y romanas.

    Para un artista, la obra de arte toma forma concreta en la búsqueda de la excelencia, entendida tanto como perfección conceptual que como canon de belleza. Cada autor se marca su propia meta de perfección y la esencia del arte se despliega al llegar a ese ápice.

    Antonio Canova identificó las proporciones, la fluidez de las líneas, la pureza de la materia como absolutos indispensables en su escultura. El artista veneciano, apodado "el nuevo Fidias", llega probablemente a la cúspide de su carrera al inmortalizar un fragmento de una de las historias de amor más bellas de la mitología: Cupido y Psique, los protagonistas de una historia narrada en el “Asno de oro” de Apuleyo, autor latino del siglo II d.C.

    Psique era considerada una de la mujer más bellas del mundo, y Venus, la diosa del amor, no podía aceptar que una mortal pudiera competir con su encanto. La diosa envia entonces a su hijo Amor (Cupido) con un plan para hacerla desaparecer; cuando Amor ve a Psique, se enamora perdidamente de la joven, y en lugar de seguir el plan de su madre, decide llevársela en secreto a su palacio. Luego hace un pacto con Psique, ordenándole que cuando se encontrarìan, nunca debería mirarlo. Sin embargo la joven, cada vez más atormentada por la curiosidad de saber quién era su amante, en la siguiente cita abre los ojos y mira a Amor. Este se siente traicionado y abandona a la joven, quien entonces - dispuesta a todo para verlo regresar – acepta las terribles pruebas ideadas por Venus. Finalmente Cupido se entera de los esfuerzos realizados por su amada e inmediatamente se acerca a ella y la despierta del castigo de Venus con un beso.

    El beso de los protagonistas queda suspendido para siempre en una espera y en una tensión que hacen de la obra el ejemplo más famoso de perfección formal. La composición está arquitectónicamente simétrica, con una patrón en forma de X, cuyas líneas, sin embargo, están movidas por una vibración interna: no están hechas con fijeza y rigor lineal, sino que están dobladas y moldeadas en extrema tensión dinámica.

    La eterna espera de un beso

    El punto focal de la obra està en el encuentro de estas lìneas de fuerza. La joven que levanta los brazos, la mirada de Cupido clavada en los ojos de Psique, con la cabeza echada hacia atrás. En el centro, los labios de los dos que nunca se tocarán, pero que inspiran deseo, expectativa, impulso en el tiempo, quiere señalar que lo más importante es el beso que están a punto de intercambiar.

    Esculpiéndolos en esta posición, Canova quiere involucrarnos en el abrazo profundo que envuelve a los dos amantes, haciéndonos “sumergir” por completo en la obra. En esta imagen de amor se percibe plenamente el típico gusto neoclásico de Canova: para resaltar la perfección de las formas, y como referencia a las antiguas estatuas grecorromanas, los protagonistas están completamente desnudos.

    Canova: características y obras principales

    Propósito de Canova es la consecución de la belleza ideal, que habían creado los griegos, es decir, aquella derivada de una idea de belleza que el artista se forma en la mente tras constatar la imposibilidad de encontrar un cuerpo perfecto en la naturaleza. Esta belleza se puede lograr mediante el máximo dominio de la técnica escultórica y la imitación de la escultura clásica.

    Su escultura se basa principalmente en tres puntos:

    • Dar plasticidad a sus esculturas, tanto que la carne parece casi vibrar. Solía recubrir las esculturas con pátinas de cera, lo que aumentaba este efecto de plasticidad y daba más suavidad a los drapeados, siempre presentes en sus obras.

    • Un vivo rigor intelectual, que elimina todo movimiento de la escultura, dotándola de una clara rigidez. Los rostros no muestran expresión ni sentimiento.

    • Una inspiración proveniente de la naturaleza que lo rodea.

    Canova fue el máximo exponente del neoclasicismo en Italia. Las primeras obras se inspiran en Bernini con un cuidadoso estudio de la verdad. En las “Tres Gracias”, obra de madurez, muestra cierta tendencia a la dulzura. En “Hércules y Licas” representó el movimiento dominado por el sentimiento de las emociones, el lenguaje controlado por el intelecto. “Paolina Borghese” (hermana de Napoleón) se representa como una Venus, con la manzana de París en la mano izquierda.

    Maurizio Colombo