Leonardo da Vinci ha sido considerado como uno de los genios más grandes de la historia. No fue sólo un pintor genial sino que también se interesó vivamente por la astronomía, física, matemáticas, geografía, botánica, filosofía, música, diseño, etc. Estudió anatomía y sus descubrimientos fueron aceptados como ciertos siglos después. Asombró a sus contemporáneos con proyectos para construir máquinas capaces de volar y casas susceptibles de ser trasladadas de un lugar a otro.
¿Podemos identificar algunos elementos clave de la manera como Leonardo concebía el aprendizaje para ponerlos en práctica e inspirarnos y orientarnos en la realización de nuestro propio potencial? He aquí los principios centrales que Michael J. Gelb identificó y que podríamos tratar de emular y aplicar.
Curiosità: es la actitud de acercarse a la vida con curiosidad y la búsqueda continua del aprendizaje. Pregúntese: ¿Cuán curioso soy? ¿Tengo una mente inquisitiva? ¿Continúo haciendo preguntas? ¿De qué manera sigo cultivando mi mente?
Dimostrazione: implica el compromiso de poner a prueba el conocimiento a través de la experiencia, la persistencia y la disposición a aprender de nuestros errores. Pregúntese: ¿Qué criterios uso para evaluar la validez de la información que recibo? ¿Qué tanto influyen en mí y en mis creencias otras personas? ¿Qué errores he repetido? ¿Qué papel tiene en mi vida diaria el miedo a cometer errores?
Sensazione: se refiere al continuo refinamiento de los sentidos como medio de animar la experiencia. Según Leonardo, el hombre promedio “mira sin ver, oye sin oír, toca sin sentir, come sin saborear, se mueve sin ninguna conciencia física, inhala sin percibir olores o fragancias y habla sin pensar”. Pregúntese: ¿Me pasa algo de esto?
Sfumato: se relaciona con la voluntad de aceptar la ambigüedad, la paradoja, la incertidumbre. “Flexibilizar” nuestro pensamiento y no ser tan estrictos. Aprender a ver las cosas desde otros puntos de vista. Pregúntese: ¿Soy flexible? ¿Tengo disposición para cambiar mis paradigmas?
Arte/Scienza: involucra el desarrollo del equilibrio entre la ciencia y el arte, la lógica y la imaginación. Pensar con “todo” el cerebro. Pregúntese: ¿Le doy oportunidad a mis “ideas creativas”? ¿Trato de no operar demasiado dentro del sistema de juicio? ¿Aprendo algo de personas de “estilo” distinto al mío?
Corporalità: nos impulsa al cultivo de la gracia, la condición física y el porte. Consejos de Leonardo: “cuídense del mal genio y eviten la tristeza; descansen la cabeza y mantengan la mente alegre; ejercítense con moderación; tomen poco vino; consuman alimentos simples; manténganse erguidos y cuiden su postura; huyan del desenfreno”. Pregúntese: ¿Cuido del bien más preciado que poseo: mi persona?
Connessione: es reconocer la interconexión de todas las cosas y tratar de experimentar la totalidad en la vida cotidiana, en todas las áreas de la vida: área física, emocional, social, intelectual y espiritual. Pregúntese: ¿En qué uso mi tiempo? ¿Qué metas tengo para el corto y mediano plazo? ¿Incluyo metas en cada ámbito? ¿De qué manera mis metas se relacionan con las personas a mi alrededor?
Así pues, reflexionemos y hagamos algo al estilo de Leonardo da Vinci.
¡Que tengamos una exitosa y feliz creación!
Lilian C. de Rodríguez
Società Dante Alighieri
Leonardo da Vinci ha sido considerado como uno de los genios más grandes de la historia. No fue sólo un pintor genial sino que también se interesó vivamente por la astronomía, física, matemáticas, geografía, botánica, filosofía, música, diseño, etc. Estudió anatomía y sus descubrimientos fueron aceptados como ciertos siglos después. Asombró a sus contemporáneos con proyectos para construir máquinas capaces de volar y casas susceptibles de ser trasladadas de un lugar a otro.
¿Podemos identificar algunos elementos clave de la manera como Leonardo concebía el aprendizaje para ponerlos en práctica e inspirarnos y orientarnos en la realización de nuestro propio potencial? He aquí los principios centrales que Michael J. Gelb identificó y que podríamos tratar de emular y aplicar.
Curiosità: es la actitud de acercarse a la vida con curiosidad y la búsqueda continua del aprendizaje. Pregúntese: ¿Cuán curioso soy? ¿Tengo una mente inquisitiva? ¿Continúo haciendo preguntas? ¿De qué manera sigo cultivando mi mente?
Dimostrazione: implica el compromiso de poner a prueba el conocimiento a través de la experiencia, la persistencia y la disposición a aprender de nuestros errores. Pregúntese: ¿Qué criterios uso para evaluar la validez de la información que recibo? ¿Qué tanto influyen en mí y en mis creencias otras personas? ¿Qué errores he repetido? ¿Qué papel tiene en mi vida diaria el miedo a cometer errores?
Sensazione: se refiere al continuo refinamiento de los sentidos como medio de animar la experiencia. Según Leonardo, el hombre promedio “mira sin ver, oye sin oír, toca sin sentir, come sin saborear, se mueve sin ninguna conciencia física, inhala sin percibir olores o fragancias y habla sin pensar”. Pregúntese: ¿Me pasa algo de esto?
Sfumato: se relaciona con la voluntad de aceptar la ambigüedad, la paradoja, la incertidumbre. “Flexibilizar” nuestro pensamiento y no ser tan estrictos. Aprender a ver las cosas desde otros puntos de vista. Pregúntese: ¿Soy flexible? ¿Tengo disposición para cambiar mis paradigmas?
Arte/Scienza: involucra el desarrollo del equilibrio entre la ciencia y el arte, la lógica y la imaginación. Pensar con “todo” el cerebro. Pregúntese: ¿Le doy oportunidad a mis “ideas creativas”? ¿Trato de no operar demasiado dentro del sistema de juicio? ¿Aprendo algo de personas de “estilo” distinto al mío?
Corporalità: nos impulsa al cultivo de la gracia, la condición física y el porte. Consejos de Leonardo: “cuídense del mal genio y eviten la tristeza; descansen la cabeza y mantengan la mente alegre; ejercítense con moderación; tomen poco vino; consuman alimentos simples; manténganse erguidos y cuiden su postura; huyan del desenfreno”. Pregúntese: ¿Cuido del bien más preciado que poseo: mi persona?
Connessione: es reconocer la interconexión de todas las cosas y tratar de experimentar la totalidad en la vida cotidiana, en todas las áreas de la vida: área física, emocional, social, intelectual y espiritual. Pregúntese: ¿En qué uso mi tiempo? ¿Qué metas tengo para el corto y mediano plazo? ¿Incluyo metas en cada ámbito? ¿De qué manera mis metas se relacionan con las personas a mi alrededor?
Así pues, reflexionemos y hagamos algo al estilo de Leonardo da Vinci.
¡Que tengamos una exitosa y feliz creación!
Lilian C. de Rodríguez
Società Dante Alighieri