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CALENDARIO 2026 “VOCES DEL AGUA”
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UN PUENTE ENTRE DOS MUNDOS: EL TEATRO COMO ESPACIO DE ENCUENTRO CULTURAL

En un mundo cada vez más interconectado, la migración se ha convertido en una realidad que marca la vida de millones de personas. Pero, ¿cómo viven este fenómeno los niños y niñas, ya sea como protagonistas directos o como observadores de su entorno? Esta pregunta fue el punto de partida de un proyecto de cooperación internacional que unió a estudiantes de entornos rurales España y de Guatemala, a través de una experiencia educativa y artística transformadora promovida por la asociación Rekko Guatemala.


Un Contexto Compartido, Dos Realidades Conectadas

El proyecto nació con un propósito claro: promover la reflexión sobre el fenómeno migratorio desde sus dos caras, el origen y el destino. En Guatemala, muchos niños crecen con la ausencia de padres que han emigrado en busca de un futuro mejor. En Europa, cada vez más escolares conviven con compañeros que han dejado atrás su país, su lengua y su cultura. Ambas realidades, aunque separadas por un océano, comparten las mismas emociones: la incertidumbre, la esperanza y, a veces, la tristeza.

Con esta base, la iniciativa involucró a 750 niños, niñas y adolescentes de entre 10 y 16 años, junto con docentes y monitores de escuelas rurales de ambos países. 


El Teatro como Herramienta de Transformación

La actividad principal del proyecto fue la creación de obras de teatro en cada comunidad participante. A través de la dramaturgia, los niños y niñas dieron voz a sus vivencias y reflexiones sobre la migración. Bajo la guía de facilitadores especializados en artes escénicas, cada grupo exploró historias reales, algunas dolorosas y otras esperanzadoras, siempre contadas desde la perspectiva infantil.

En Guatemala, muchos participantes compartieron experiencias personales, ya que la mayoría tiene algún familiar directo migrante. En España, las historias se centraron en la llegada de nuevos compañeros y en el reto de integrarse en un entorno desconocido. El teatro se convirtió en un espejo donde mirarse y comprender que, aunque las realidades sean distintas, las emociones son universales.


Dos Miradas, Una Realidad Compartida

Uno de los aspectos más reveladores del proyecto fue cómo cada grupo percibía la migración desde su propio entorno. En Guatemala, los niños y niñas destacaban principalmente el dolor de la separación familiar cuando sus padres emigraban. Para muchos, la migración no significaba necesariamente una vida mejor, sino la desestructuración del hogar y la incertidumbre. Aunque comprendían que el objetivo era alcanzar más oportunidades y un mejor nivel de vida, la ausencia de sus seres queridos marcaba profundamente su día a día.

En contraste, en España, la percepción era distinta. Los niños y niñas participantes mostraban una gran curiosidad por la cultura de sus compañeros migrantes. A menudo mencionaban que desconocían sus costumbres, tradiciones y formas de vida, lo que generaba preguntas e incomprensión. Este intercambio permitió derribar estereotipos y fomentar la empatía, convirtiendo el desconocimiento en aprendizaje compartido.


Más Allá del Escenario: Aprendizajes para la Vida

El proyecto no solo buscaba desarrollar habilidades artísticas, sino también fomentar valores como la empatía, el respeto por la diversidad y la defensa de los derechos humanos. Los talleres y ensayos se convirtieron en espacios seguros donde cada niño y niña pudo expresarse libremente, compartir sus miedos y esperanzas, y comprender mejor las realidades de sus compañeros al otro lado del Atlántico.

Más allá de las obras representadas, el impacto de la iniciativa se refleja en las actitudes y reflexiones que despertó entre sus participantes. Los niños y niñas no solo aprendieron sobre migración, sino que entendieron la importancia de construir puentes en lugar de muros, de escuchar y comprender antes de juzgar.

Este proyecto ha demostrado que la educación, cuando se combina con la creatividad y la colaboración internacional, puede ser una poderosa herramienta para formar ciudadanos más conscientes, responsables y solidarios. Al fin y al cabo, todos, de una forma u otra, somos viajeros en busca de un lugar donde sentirnos parte de una comunidad.

En el siguiente link encontrarán la representación integra de las obras de teatro de los niños y niñas de Guatemala y de Italia.

https://drive.google.com/file/d/1a2ojZZIhscO1jkxsT_7-o5E2_wSsTewm/view


José Pérez


  • UN PUENTE ENTRE DOS MUNDOS: EL TEATRO COMO ESPACIO DE ENCUENTRO CULTURAL

    En un mundo cada vez más interconectado, la migración se ha convertido en una realidad que marca la vida de millones de personas. Pero, ¿cómo viven este fenómeno los niños y niñas, ya sea como protagonistas directos o como observadores de su entorno? Esta pregunta fue el punto de partida de un proyecto de cooperación internacional que unió a estudiantes de entornos rurales España y de Guatemala, a través de una experiencia educativa y artística transformadora promovida por la asociación Rekko Guatemala.


    Un Contexto Compartido, Dos Realidades Conectadas

    El proyecto nació con un propósito claro: promover la reflexión sobre el fenómeno migratorio desde sus dos caras, el origen y el destino. En Guatemala, muchos niños crecen con la ausencia de padres que han emigrado en busca de un futuro mejor. En Europa, cada vez más escolares conviven con compañeros que han dejado atrás su país, su lengua y su cultura. Ambas realidades, aunque separadas por un océano, comparten las mismas emociones: la incertidumbre, la esperanza y, a veces, la tristeza.

    Con esta base, la iniciativa involucró a 750 niños, niñas y adolescentes de entre 10 y 16 años, junto con docentes y monitores de escuelas rurales de ambos países. 


    El Teatro como Herramienta de Transformación

    La actividad principal del proyecto fue la creación de obras de teatro en cada comunidad participante. A través de la dramaturgia, los niños y niñas dieron voz a sus vivencias y reflexiones sobre la migración. Bajo la guía de facilitadores especializados en artes escénicas, cada grupo exploró historias reales, algunas dolorosas y otras esperanzadoras, siempre contadas desde la perspectiva infantil.

    En Guatemala, muchos participantes compartieron experiencias personales, ya que la mayoría tiene algún familiar directo migrante. En España, las historias se centraron en la llegada de nuevos compañeros y en el reto de integrarse en un entorno desconocido. El teatro se convirtió en un espejo donde mirarse y comprender que, aunque las realidades sean distintas, las emociones son universales.


    Dos Miradas, Una Realidad Compartida

    Uno de los aspectos más reveladores del proyecto fue cómo cada grupo percibía la migración desde su propio entorno. En Guatemala, los niños y niñas destacaban principalmente el dolor de la separación familiar cuando sus padres emigraban. Para muchos, la migración no significaba necesariamente una vida mejor, sino la desestructuración del hogar y la incertidumbre. Aunque comprendían que el objetivo era alcanzar más oportunidades y un mejor nivel de vida, la ausencia de sus seres queridos marcaba profundamente su día a día.

    En contraste, en España, la percepción era distinta. Los niños y niñas participantes mostraban una gran curiosidad por la cultura de sus compañeros migrantes. A menudo mencionaban que desconocían sus costumbres, tradiciones y formas de vida, lo que generaba preguntas e incomprensión. Este intercambio permitió derribar estereotipos y fomentar la empatía, convirtiendo el desconocimiento en aprendizaje compartido.


    Más Allá del Escenario: Aprendizajes para la Vida

    El proyecto no solo buscaba desarrollar habilidades artísticas, sino también fomentar valores como la empatía, el respeto por la diversidad y la defensa de los derechos humanos. Los talleres y ensayos se convirtieron en espacios seguros donde cada niño y niña pudo expresarse libremente, compartir sus miedos y esperanzas, y comprender mejor las realidades de sus compañeros al otro lado del Atlántico.

    Más allá de las obras representadas, el impacto de la iniciativa se refleja en las actitudes y reflexiones que despertó entre sus participantes. Los niños y niñas no solo aprendieron sobre migración, sino que entendieron la importancia de construir puentes en lugar de muros, de escuchar y comprender antes de juzgar.

    Este proyecto ha demostrado que la educación, cuando se combina con la creatividad y la colaboración internacional, puede ser una poderosa herramienta para formar ciudadanos más conscientes, responsables y solidarios. Al fin y al cabo, todos, de una forma u otra, somos viajeros en busca de un lugar donde sentirnos parte de una comunidad.

    En el siguiente link encontrarán la representación integra de las obras de teatro de los niños y niñas de Guatemala y de Italia.

    https://drive.google.com/file/d/1a2ojZZIhscO1jkxsT_7-o5E2_wSsTewm/view


    José Pérez