En la entrada de las ciudades italianas, a veces se ven rótulos que citan los nombres de las ciudades hermanadas. En Turín esto es imposible por el simple hecho que un sólo rótulo sería ampliamente insuficiente.
La identidad de Turín ha evolucionado en el tiempo: de primera capital del Reino de Italia en 1861, a capital del auto con FIAT y Lancia (1899 y 1905), a ciudad industrial por excelencia. Pero todo cambia y Turín ya no es la capital industrial y obrera del siglo pasado. El rostro de Turín ha cambiado en los últimos veinte años debido a la transformación urbana e infraestructural, a la recuperación del centro histórico, a la revalorización de las zonas industriales, a una nueva imagen internacional, impulsada por eventos mundiales como los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006 y por el desarrollo de tecnologías de excelencia, como la aeroespacial. Turín cuenta ahora con universidades de excelencia y un sistema europeo de formación que atrae a miles de estudiantes extranjeros, incluso guatemaltecos.
Con una red consolidada de relaciones bilaterales, Turín mantiene vínculos de hermanamiento o alianzas con 44 ciudades del mundo. Las “hermanas” cubren todas las latitudes, desde Europa hasta el extremo oriente y el extremo occidente, del norte al sur del planeta, incluyendo áreas muy sensibles.
Quetzaltenango es orgullosa de pertenecer a la “familia” de Turín desde 1997. Promotora de la iniciativa fue Rigoberta Menchú Tum, premio Nobel de la Paz en 1992 y ciudadana honoraria de Turín en el mismo año. Los alcaldes de las dos ciudades firmaron en Turín el acuerdo de hermandad el 11 de octubre de 1997. El acuerdo compromete a las dos ciudades y sus ciudadanos a trabajar por el fortalecimiento de las instituciones locales y la consolidación del proceso democrático. ¡Lindas palabras!
Unos artículos salieron en la prensa para celebrar el acontecimiento y Rigoberta Menchú aplaudió «la unión entre pueblos de distinta cultura, en momentos en que el individualismo desmedido y la ofensiva de círculos de poder a escala mundial propician la división y rivalidad entre pueblos y Estados» (¡parecen palabras de hoy mismo!).
Pero, más allá de las hermosas palabras de celebración, ¿en qué se traduce concretamente el hermanamiento? En diez años se realizaron muchos proyectos: instalación de un laboratorio de química orgánica y formación técnica del personal local para monitorear la calidad de los recursos hídricos de Quetzaltenango; capacitación de representantes de la Ciudad de Quetzaltenango en maestrías o cursos de especialización sobre análisis de políticas y planificación del desarrollo local, apoyo a la pequeña y mediana empresa; Proyecto de fortalecimiento del desarrollo rural (2004), dirigido al Valle de Palajunoj, promovido por las ONG de Turín CISV-MAIS-CCM-RETE en conjunto con las ONG quetzaltecas, enfocado en salud y medio ambiente; participación democrática; producción agrícola; fortalecimiento institucional.
Proyectos sumamente interesantes, sin embargo después desde unos quince años el entusiasmo de la hermandad se ha enfriado, hasta parece haberse desvanecido. Centro América ya no es un área prioritaria para la ayuda internacional y Quetzaltenango cede el lugar a otro proyectos institucionales de Turín.
Afortunadamente, desde 2007, la creación de la Asociación Amigos de Italia (ADI) permitió reafirmar la presencia de la italianidad en Xela, tratando también de darle nueva vida a la relación con Turín. Fue gracias a la iniciativa de ADI que, después de la celebración de los veinte años del hermanamiento, se retomó el dialogo con la ciudad hermana, propiciando en 2018 el encuentro en Turín con la representante de la facultad de arquitectura del Politecnico y organizando los talleres de capacitación del sector chocolatero. Estas iniciativas son un motor poderoso y están involucrando otros sectores productivos. Aunque la municipalidad de Turín sólo está siguiendo de lejos, para el próximo mes de septiembre ADI está organizando la participación de artesanas del chocolate y cultivadores de cacao y café en el evento internacional Salone del Gusto – Terra madre. No cabe duda que será todo un éxito.
Junta Directiva ADI
En la entrada de las ciudades italianas, a veces se ven rótulos que citan los nombres de las ciudades hermanadas. En Turín esto es imposible por el simple hecho que un sólo rótulo sería ampliamente insuficiente.
La identidad de Turín ha evolucionado en el tiempo: de primera capital del Reino de Italia en 1861, a capital del auto con FIAT y Lancia (1899 y 1905), a ciudad industrial por excelencia. Pero todo cambia y Turín ya no es la capital industrial y obrera del siglo pasado. El rostro de Turín ha cambiado en los últimos veinte años debido a la transformación urbana e infraestructural, a la recuperación del centro histórico, a la revalorización de las zonas industriales, a una nueva imagen internacional, impulsada por eventos mundiales como los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006 y por el desarrollo de tecnologías de excelencia, como la aeroespacial. Turín cuenta ahora con universidades de excelencia y un sistema europeo de formación que atrae a miles de estudiantes extranjeros, incluso guatemaltecos.
Con una red consolidada de relaciones bilaterales, Turín mantiene vínculos de hermanamiento o alianzas con 44 ciudades del mundo. Las “hermanas” cubren todas las latitudes, desde Europa hasta el extremo oriente y el extremo occidente, del norte al sur del planeta, incluyendo áreas muy sensibles.
Quetzaltenango es orgullosa de pertenecer a la “familia” de Turín desde 1997. Promotora de la iniciativa fue Rigoberta Menchú Tum, premio Nobel de la Paz en 1992 y ciudadana honoraria de Turín en el mismo año. Los alcaldes de las dos ciudades firmaron en Turín el acuerdo de hermandad el 11 de octubre de 1997. El acuerdo compromete a las dos ciudades y sus ciudadanos a trabajar por el fortalecimiento de las instituciones locales y la consolidación del proceso democrático. ¡Lindas palabras!
Unos artículos salieron en la prensa para celebrar el acontecimiento y Rigoberta Menchú aplaudió «la unión entre pueblos de distinta cultura, en momentos en que el individualismo desmedido y la ofensiva de círculos de poder a escala mundial propician la división y rivalidad entre pueblos y Estados» (¡parecen palabras de hoy mismo!).
Pero, más allá de las hermosas palabras de celebración, ¿en qué se traduce concretamente el hermanamiento? En diez años se realizaron muchos proyectos: instalación de un laboratorio de química orgánica y formación técnica del personal local para monitorear la calidad de los recursos hídricos de Quetzaltenango; capacitación de representantes de la Ciudad de Quetzaltenango en maestrías o cursos de especialización sobre análisis de políticas y planificación del desarrollo local, apoyo a la pequeña y mediana empresa; Proyecto de fortalecimiento del desarrollo rural (2004), dirigido al Valle de Palajunoj, promovido por las ONG de Turín CISV-MAIS-CCM-RETE en conjunto con las ONG quetzaltecas, enfocado en salud y medio ambiente; participación democrática; producción agrícola; fortalecimiento institucional.
Proyectos sumamente interesantes, sin embargo después desde unos quince años el entusiasmo de la hermandad se ha enfriado, hasta parece haberse desvanecido. Centro América ya no es un área prioritaria para la ayuda internacional y Quetzaltenango cede el lugar a otro proyectos institucionales de Turín.
Afortunadamente, desde 2007, la creación de la Asociación Amigos de Italia (ADI) permitió reafirmar la presencia de la italianidad en Xela, tratando también de darle nueva vida a la relación con Turín. Fue gracias a la iniciativa de ADI que, después de la celebración de los veinte años del hermanamiento, se retomó el dialogo con la ciudad hermana, propiciando en 2018 el encuentro en Turín con la representante de la facultad de arquitectura del Politecnico y organizando los talleres de capacitación del sector chocolatero. Estas iniciativas son un motor poderoso y están involucrando otros sectores productivos. Aunque la municipalidad de Turín sólo está siguiendo de lejos, para el próximo mes de septiembre ADI está organizando la participación de artesanas del chocolate y cultivadores de cacao y café en el evento internacional Salone del Gusto – Terra madre. No cabe duda que será todo un éxito.
Junta Directiva ADI