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PASEO ITALIA REGRESA A LA PLAZA PRINCIPAL DE CIUDAD CAYALÁ EN SU NOVENA EDICIÓN
EUROPA EN PANTALLA A PARTIR DEL 9 DE MAYO
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LA DIVERSIFICACIÓN Y LA REDUCCIÓN DEL RIESGO

Buenos días a todos y bienvenidos de parte de Stefano Veronesi, Melisa Gutierrez y Prometheus America a la novena cita importante con nuestro “Curso de Educación Financiera”.

Como siempre, te agradecemos que hayas tomado parte de tu valioso tiempo para leer los artículos anteriores.

La última vez hablamos del gran poder de la DIVERSIFICACIÓN, ¡un tema fundamental y, casualmente, hoy muy actual! Por eso, es necesario profundizar lo que ya vimos la vez pasada.

Aprender mejor las propiedades de esta herramienta que, sin lugar a dudas, puede incluso “salvarnos la vida” en determinadas situaciones del mercado económico y financiero, como está ocurriendo precisamente hoy.

La guerra de aranceles, anunciada ya durante la campaña electoral del presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, está literalmente devastando el equilibrio mundial. De hecho, muchos piensan que ya estamos viviendo una destrucción total de toda la economía planetaria. Otros, en cambio, dicen que solo se está configurando un reequilibrio de los poderes mundiales.

¿Quién tendrá la razón?

Tal vez esta no sea realmente la pregunta correcta que deberíamos hacernos. Más bien deberíamos preguntarnos si conviene permanecer como un espectador neutral de lo que está sucediendo (viviendo una especie de ansiedad infinita alimentada por toda la desinformación, muchas veces manipulada, que nos llega desde todas partes) o si es posible, en cambio, posicionarse como protagonista de este cambio, aprovechando desde ya las grandes oportunidades que se están presentando. Pero ¿qué oportunidades?

Según el economista Schumpeter, quien elaboró la “Teoría de la Destrucción Creativa”, la economía posee en su interior, como mecanismo de autorregulación, una renovación continua que, muchas veces, pasa precisamente por la destrucción de equilibrios de mercado que hasta ese momento eran muy estables y eficaces.

De ahí surge la idea de que, si ya no pudiera vender mis productos y servicios en un país que, de un día para otro, decidiera aumentar el precio de venta mediante aranceles impuestos, simplemente podría ampliar mi base de clientes dirigiéndome a otros mercados. Mercados con un número de consumidores aún mayor. Esto porque estoy simplemente DIVERSIFICANDO, es decir, estoy vendiendo a varios países lo que antes vendía solo a uno. En este caso, mientras mayor sea el número de países con los que tengo relaciones comerciales, menor será el riesgo de que pueda fracasar.  

Si hago negocios con 15 países y vendo en cada uno productos por 1.000 millones de pen, eso es sin duda mejor que comerciar con un solo país por la misma cantidad total, 15.000 millones de pen. Puede ser que con el tiempo uno, dos o tres de estos países decidan interrumpir las relaciones comerciales, pero siempre tendré otros 12 países que seguirán comprando sin problema alguno.

En cambio, si solo tengo un país como cliente, este puede decidir en cualquier momento cambiar las reglas del juego a su antojo, llevándome incluso al fracaso.

Y si lo dicho es cierto para el mercado internacional de intercambios, lo es aún más para un inversor que busca obtener un interés justo, protegiéndose sin embargo del riesgo de perder totalmente su capital invertido.

Por eso, existen herramientas muy eficientes, como los FONDOS MUTUOS, que permiten protegerse del riesgo de quiebra/pérdida del capital total, colocando la misma cantidad de dinero (que normalmente invertiría en un solo instrumento) en varios instrumentos financieros. Por ejemplo, si decidiera invertir 15.000 millones de pen en una acción de Tesla, correría mucho más riesgo que si invirtiera la misma cantidad en un fondo mutuo de acciones tecnológicas.

Está claro que también vale lo contrario: si la acción de Tesla se revalorizara mucho con el tiempo (algo que ya ha ocurrido), ningún fondo mutuo tecnológico podría igualar el rendimiento de dicha acción. ¿Por qué? Porque el fondo mutuo representa un contenedor de muchos títulos y, por tanto, representa un PROMEDIO del RENDIMIENTO de TODOS los TÍTULOS que CONTIENE ese fondo.

Si, por ejemplo, el fondo estuviera compuesto por 10 títulos, entre ellos Tesla, el rendimiento del fondo representaría el promedio del rendimiento de estos 10 títulos. Por lo tanto, si los otros 9 títulos tuvieran buen rendimiento y solo Tesla fuera negativa, preferiría tener el fondo antes que únicamente la acción de Tesla.

Por el contrario, si los otros 9 títulos tuvieran un rendimiento negativo (es decir, perdieran valor respecto a la inversión inicial) y solo Tesla generara ganancias, está claro que preferiría tener solo Tesla y no el fondo mutuo.

Y si Tesla quebrara, ¿qué preferiría tener? ¿Solo la acción de Tesla o el fondo? Bueno, creo que aquí la respuesta es bastante sencilla.

En definitiva, ¿qué se debería utilizar?

En todo caso, sería mejor apostar por el fondo mutuo en lugar de una sola acción, ya que el fondo me permite evitar el riesgo de quiebra y, por lo tanto, perder todo mi capital en poco tiempo.De todas formas, lo mejor que se puede hacer es contactar a un buen Asesor Patrimonial y confiar en sus valiosos consejos.

Por este motivo, Prometheus America ha decidido crear cursos específicos para la formación de esta figura tan importante, con la colaboración de las universidades más prestigiosas actualmente en Guatemala. La creación de hábitos virtuosos mediante una gestión óptima del ahorro representa lo mejor que se puede hacer para alcanzar el equilibrio financiero ideal para uno mismo y su familia.Y eso es precisamente lo que Prometheus America desea lograr en toda Latinoamérica, comenzando por Guatemala.


  • LA DIVERSIFICACIÓN Y LA REDUCCIÓN DEL RIESGO

    Buenos días a todos y bienvenidos de parte de Stefano Veronesi, Melisa Gutierrez y Prometheus America a la novena cita importante con nuestro “Curso de Educación Financiera”.

    Como siempre, te agradecemos que hayas tomado parte de tu valioso tiempo para leer los artículos anteriores.

    La última vez hablamos del gran poder de la DIVERSIFICACIÓN, ¡un tema fundamental y, casualmente, hoy muy actual! Por eso, es necesario profundizar lo que ya vimos la vez pasada.

    Aprender mejor las propiedades de esta herramienta que, sin lugar a dudas, puede incluso “salvarnos la vida” en determinadas situaciones del mercado económico y financiero, como está ocurriendo precisamente hoy.

    La guerra de aranceles, anunciada ya durante la campaña electoral del presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, está literalmente devastando el equilibrio mundial. De hecho, muchos piensan que ya estamos viviendo una destrucción total de toda la economía planetaria. Otros, en cambio, dicen que solo se está configurando un reequilibrio de los poderes mundiales.

    ¿Quién tendrá la razón?

    Tal vez esta no sea realmente la pregunta correcta que deberíamos hacernos. Más bien deberíamos preguntarnos si conviene permanecer como un espectador neutral de lo que está sucediendo (viviendo una especie de ansiedad infinita alimentada por toda la desinformación, muchas veces manipulada, que nos llega desde todas partes) o si es posible, en cambio, posicionarse como protagonista de este cambio, aprovechando desde ya las grandes oportunidades que se están presentando. Pero ¿qué oportunidades?

    Según el economista Schumpeter, quien elaboró la “Teoría de la Destrucción Creativa”, la economía posee en su interior, como mecanismo de autorregulación, una renovación continua que, muchas veces, pasa precisamente por la destrucción de equilibrios de mercado que hasta ese momento eran muy estables y eficaces.

    De ahí surge la idea de que, si ya no pudiera vender mis productos y servicios en un país que, de un día para otro, decidiera aumentar el precio de venta mediante aranceles impuestos, simplemente podría ampliar mi base de clientes dirigiéndome a otros mercados. Mercados con un número de consumidores aún mayor. Esto porque estoy simplemente DIVERSIFICANDO, es decir, estoy vendiendo a varios países lo que antes vendía solo a uno. En este caso, mientras mayor sea el número de países con los que tengo relaciones comerciales, menor será el riesgo de que pueda fracasar.  

    Si hago negocios con 15 países y vendo en cada uno productos por 1.000 millones de pen, eso es sin duda mejor que comerciar con un solo país por la misma cantidad total, 15.000 millones de pen. Puede ser que con el tiempo uno, dos o tres de estos países decidan interrumpir las relaciones comerciales, pero siempre tendré otros 12 países que seguirán comprando sin problema alguno.

    En cambio, si solo tengo un país como cliente, este puede decidir en cualquier momento cambiar las reglas del juego a su antojo, llevándome incluso al fracaso.

    Y si lo dicho es cierto para el mercado internacional de intercambios, lo es aún más para un inversor que busca obtener un interés justo, protegiéndose sin embargo del riesgo de perder totalmente su capital invertido.

    Por eso, existen herramientas muy eficientes, como los FONDOS MUTUOS, que permiten protegerse del riesgo de quiebra/pérdida del capital total, colocando la misma cantidad de dinero (que normalmente invertiría en un solo instrumento) en varios instrumentos financieros. Por ejemplo, si decidiera invertir 15.000 millones de pen en una acción de Tesla, correría mucho más riesgo que si invirtiera la misma cantidad en un fondo mutuo de acciones tecnológicas.

    Está claro que también vale lo contrario: si la acción de Tesla se revalorizara mucho con el tiempo (algo que ya ha ocurrido), ningún fondo mutuo tecnológico podría igualar el rendimiento de dicha acción. ¿Por qué? Porque el fondo mutuo representa un contenedor de muchos títulos y, por tanto, representa un PROMEDIO del RENDIMIENTO de TODOS los TÍTULOS que CONTIENE ese fondo.

    Si, por ejemplo, el fondo estuviera compuesto por 10 títulos, entre ellos Tesla, el rendimiento del fondo representaría el promedio del rendimiento de estos 10 títulos. Por lo tanto, si los otros 9 títulos tuvieran buen rendimiento y solo Tesla fuera negativa, preferiría tener el fondo antes que únicamente la acción de Tesla.

    Por el contrario, si los otros 9 títulos tuvieran un rendimiento negativo (es decir, perdieran valor respecto a la inversión inicial) y solo Tesla generara ganancias, está claro que preferiría tener solo Tesla y no el fondo mutuo.

    Y si Tesla quebrara, ¿qué preferiría tener? ¿Solo la acción de Tesla o el fondo? Bueno, creo que aquí la respuesta es bastante sencilla.

    En definitiva, ¿qué se debería utilizar?

    En todo caso, sería mejor apostar por el fondo mutuo en lugar de una sola acción, ya que el fondo me permite evitar el riesgo de quiebra y, por lo tanto, perder todo mi capital en poco tiempo.De todas formas, lo mejor que se puede hacer es contactar a un buen Asesor Patrimonial y confiar en sus valiosos consejos.

    Por este motivo, Prometheus America ha decidido crear cursos específicos para la formación de esta figura tan importante, con la colaboración de las universidades más prestigiosas actualmente en Guatemala. La creación de hábitos virtuosos mediante una gestión óptima del ahorro representa lo mejor que se puede hacer para alcanzar el equilibrio financiero ideal para uno mismo y su familia.Y eso es precisamente lo que Prometheus America desea lograr en toda Latinoamérica, comenzando por Guatemala.