La congregación religiosa del Cenáculo Dominicano llegó al Caserío El Chiltepe, Chapas, Santa Rosa en 1996 con un proyecto orientado a la promoción de la mujer campesina y el Centro Educativo Nuestra Señora de la Esperanza, CENSE, institución educativa que forma parte de la misión apostólica de las hermanas.
Presentación del Centro Educativo
El Centro Educativo “Nuestra Señora de la Esperanza”, es una obra de servicios que se centra en la educación integral, creado con el apoyo del Presbítero Antonio Bernasconi. Ubicada en el Caserío “El Chiltepe” de la Aldea Chapas, del Municipio de Nueva Santa Rosa, a 77 kilómetros de la Ciudad Capital, es una institución de nivel medio que se desarrolla a solicitud de los padres y madres de familia de la aldea, con apoyo y acompañamiento de Padre Antonio Bernasconi. La circunstancia se dio con la creación de la Ermita “Nuestra Señora de la Esperanza”, la cual fue inaugurada el 09 de agosto en 1987. Ese mismo día se colocó la primera piedra para la construcción del CENSE. El Arquitecto Fredy Taracena diseñó el proyecto que fue financiado por una Diócesis Italiana. Las labores educativas iniciaron el 3 de marzo de 1990 con la carrera de Bachillerato en Ciencias y Letras, como extensión del Colegio de los Infantes de la Ciudad Capital.
Hasta 1998, el Centro Educativo estuvo bajo la responsabilidad y administración del Padre Bernasconi. Desde la creación de la Diócesis de Santa Rosa de Lima, en 1998, el CENSE pasó a la Diócesis. El Obispo Monseñor Julio Amilcar Betancourt Fioravanti confía la gestión y administración del mismo a las Religiosas del Cenáculo Dominicano.
Dentro de la historia de los procesos educativos, el sector geográfico en donde se ubica el CENSE, se le ha dado importancia a la “promoción de la mujer” como un aporte necesario en el desarrollo. Así mismo en el CENSE, ha habido un alto porcentaje en la población femenina (80%) lo que evidencia la acogida que se dio en este aspecto a su educación y por lo mismo ha contribuido significadamente a su promoción humana.
Visión, misión y objetivos
Nuestra visión es ser una comunidad educativa evangelizadora inspirada en el Carisma del Cenáculo Dominicano, que forme líderes íntegros, justos y comprometidos en la búsqueda de la verdad, protagonistas en la transformación de su entorno. La misión es brindar una educación integral, evangelizadora y eficiente con el espíritu del Cenáculo Dominicano a jóvenes y adolescentes para que sepan tomar decisiones justas y libres y hagan de su vida y profesión un servicio y una misión.
Nuestros principales objetivos estratégicos son:
1. Mejorar constantemente la calidad educativa del CENSE y potenciar, con rigor científico, la búsqueda de la verdad, la conciencia crítica y el uso correcto de la tecnología, a través de un currículum ágil, actualizado y flexible, para que sus estudiantes puedan desenvolverse con autonomía y eficiencia en la vida cotidiana.
2. Descubrir talentos y potenciar habilidades a través de la formación permanente, el trabajo en equipo, la confrontación de las ideas, la investigación científica y el desarrollo del pensamiento lógico para integrar a la sociedad miembros activos, dinámicos e innovadores, capaces de incidir en la transformación progresiva de su entorno.
3. Promover, en los miembros de la comunidad educativa, el espíritu de solidaridad expresado en el servicio voluntario a los más necesitados para dar una respuesta cristiana, ética y comprometida que favorezca una convivencia más humana, justa y fraterna.
4. Integrar los valores propios del Carisma del Cenáculo Dominicano, la plenitud de la verdad, la justicia y la libertad en todas las actividades de la comunidad educativa, para despertar el compromiso y la participación responsable en misión compartida, mediante la coherencia entre el pensamiento, la palabra y la acción.
5. Favorecer un estilo de gestión administrativa democrática y eficiente que asegure la práctica de los valores del carisma y genere un clima institucional fraterno.
6. Despertar la conciencia ecológica para impulsar el cuidado y conservación del Medio Ambiente a través de programas sistemáticos que se traduzcan en acciones en pro de la vida y el uso racional de los recursos naturales.
Población
La población estudiantil y los colaboradores provienen de los municipios del Departamento de Santa Rosa y sus alrededores. La población actual del Centro Educativo la conforman más de 350 personas, entre ellas estudiantes, personal docente y administrativo.
Actualmente se imparte:
· Ciclo Básico
· Bachillerato en Ciencia y Letras con Orientación en Computación;
· Bachillerato en Ciencia y Letras con Orientación en Ciencias Biológicas;
· Perito Contador con Orientación en Computación
Otros servicios:
· Capacitación y actualización del personal docente y administración.
· Talleres formativos para alumnos y padres de familia.
· Biblioteca.
· Laboratorio de computación.
· Servicio de internet.
· Transporte.
· Residencia para señoritas, que viven lejos del Centro Educativo, o viven algunas problemáticas a nivel familiar come hogares desintegrados, de extrema pobreza.
Hna. Silvia Remondini
La congregación religiosa del Cenáculo Dominicano llegó al Caserío El Chiltepe, Chapas, Santa Rosa en 1996 con un proyecto orientado a la promoción de la mujer campesina y el Centro Educativo Nuestra Señora de la Esperanza, CENSE, institución educativa que forma parte de la misión apostólica de las hermanas.
Presentación del Centro Educativo
El Centro Educativo “Nuestra Señora de la Esperanza”, es una obra de servicios que se centra en la educación integral, creado con el apoyo del Presbítero Antonio Bernasconi. Ubicada en el Caserío “El Chiltepe” de la Aldea Chapas, del Municipio de Nueva Santa Rosa, a 77 kilómetros de la Ciudad Capital, es una institución de nivel medio que se desarrolla a solicitud de los padres y madres de familia de la aldea, con apoyo y acompañamiento de Padre Antonio Bernasconi. La circunstancia se dio con la creación de la Ermita “Nuestra Señora de la Esperanza”, la cual fue inaugurada el 09 de agosto en 1987. Ese mismo día se colocó la primera piedra para la construcción del CENSE. El Arquitecto Fredy Taracena diseñó el proyecto que fue financiado por una Diócesis Italiana. Las labores educativas iniciaron el 3 de marzo de 1990 con la carrera de Bachillerato en Ciencias y Letras, como extensión del Colegio de los Infantes de la Ciudad Capital.
Hasta 1998, el Centro Educativo estuvo bajo la responsabilidad y administración del Padre Bernasconi. Desde la creación de la Diócesis de Santa Rosa de Lima, en 1998, el CENSE pasó a la Diócesis. El Obispo Monseñor Julio Amilcar Betancourt Fioravanti confía la gestión y administración del mismo a las Religiosas del Cenáculo Dominicano.
Dentro de la historia de los procesos educativos, el sector geográfico en donde se ubica el CENSE, se le ha dado importancia a la “promoción de la mujer” como un aporte necesario en el desarrollo. Así mismo en el CENSE, ha habido un alto porcentaje en la población femenina (80%) lo que evidencia la acogida que se dio en este aspecto a su educación y por lo mismo ha contribuido significadamente a su promoción humana.
Visión, misión y objetivos
Nuestra visión es ser una comunidad educativa evangelizadora inspirada en el Carisma del Cenáculo Dominicano, que forme líderes íntegros, justos y comprometidos en la búsqueda de la verdad, protagonistas en la transformación de su entorno. La misión es brindar una educación integral, evangelizadora y eficiente con el espíritu del Cenáculo Dominicano a jóvenes y adolescentes para que sepan tomar decisiones justas y libres y hagan de su vida y profesión un servicio y una misión.
Nuestros principales objetivos estratégicos son:
1. Mejorar constantemente la calidad educativa del CENSE y potenciar, con rigor científico, la búsqueda de la verdad, la conciencia crítica y el uso correcto de la tecnología, a través de un currículum ágil, actualizado y flexible, para que sus estudiantes puedan desenvolverse con autonomía y eficiencia en la vida cotidiana.
2. Descubrir talentos y potenciar habilidades a través de la formación permanente, el trabajo en equipo, la confrontación de las ideas, la investigación científica y el desarrollo del pensamiento lógico para integrar a la sociedad miembros activos, dinámicos e innovadores, capaces de incidir en la transformación progresiva de su entorno.
3. Promover, en los miembros de la comunidad educativa, el espíritu de solidaridad expresado en el servicio voluntario a los más necesitados para dar una respuesta cristiana, ética y comprometida que favorezca una convivencia más humana, justa y fraterna.
4. Integrar los valores propios del Carisma del Cenáculo Dominicano, la plenitud de la verdad, la justicia y la libertad en todas las actividades de la comunidad educativa, para despertar el compromiso y la participación responsable en misión compartida, mediante la coherencia entre el pensamiento, la palabra y la acción.
5. Favorecer un estilo de gestión administrativa democrática y eficiente que asegure la práctica de los valores del carisma y genere un clima institucional fraterno.
6. Despertar la conciencia ecológica para impulsar el cuidado y conservación del Medio Ambiente a través de programas sistemáticos que se traduzcan en acciones en pro de la vida y el uso racional de los recursos naturales.
Población
La población estudiantil y los colaboradores provienen de los municipios del Departamento de Santa Rosa y sus alrededores. La población actual del Centro Educativo la conforman más de 350 personas, entre ellas estudiantes, personal docente y administrativo.
Actualmente se imparte:
· Ciclo Básico
· Bachillerato en Ciencia y Letras con Orientación en Computación;
· Bachillerato en Ciencia y Letras con Orientación en Ciencias Biológicas;
· Perito Contador con Orientación en Computación
Otros servicios:
· Capacitación y actualización del personal docente y administración.
· Talleres formativos para alumnos y padres de familia.
· Biblioteca.
· Laboratorio de computación.
· Servicio de internet.
· Transporte.
· Residencia para señoritas, que viven lejos del Centro Educativo, o viven algunas problemáticas a nivel familiar come hogares desintegrados, de extrema pobreza.
Hna. Silvia Remondini