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La cultura del diseño y el italiano

Gracias a su posición geográfica y a las condiciones sociales, culturales, ambientales y económicas, los habitantes de la península han gozado a lo largo de la historia de la posibilidad de múltiples intercambios, lo cual proporcionó las bases para una evolución del arte y la cultura: desde la antigüedad, pasando por la era del imperio romano, el renacimiento, una era moderna impresionante, hasta llegar a nuestros días, cada momento ha dejado testimonio de la importancia del arte, la arquitectura y el diseño italiano en la cultura universal, como lo evidencian los 53 sitios declarados Patrimonio de la umanidad por Unesco. 

Por ello la lengua italiana está íntimamente ligada al lenguaje musical, a la música clásica y a la lírica, al teatro y también a la poesía.

Además de lo anterior, también la cultura culinaria ha hecho importantes aportes a las tradiciones alimentarias de occidente, sin dejar de mencionar la cultura vinícola.  Como se puede ver, arte, arquitectura, gastronomía, pero sobre todo creatividad, innovación y diferenciación son elementos que caracterizan estas expresiones italianas, las cuales se pueden apreciar a plenitud en el concepto que actualmente se conoce como “Made in Italy”, toda una declaración de principios, el cual se identifica en inglés para poder ser presentado globalmente, pero con fuertes y profundas raíces italianas.

Posiblemente el diseño italiano es la disciplina que continúa en la actualidad con la tradición ya mencionada, el diseño como consecuencia de una ya lejana Revolución Industrial, pero que actualmente se manifiesta en la moda, representada por importantes casas como Gucci, Ermenegildo Zegna, Armani por mencionar algunas; el diseño industrial, con aportes tan trascendentales como la icónica cafetera moka o la máquina de escribir Olivetti, y por supuesto la arquitectura, con importantes aportes a la teoría como los de Bruno Zevi o Aldo Rossi, hasta llegar a los más innovadores paradigmas de la sostenibilidad impulsados por Mario Cucinella y su School of Sustainability SOS, o Stefano Boeri y su Bosco Verticale.

Cada uno de los diferentes gremios comparte sus innovadoras propuestas en varios espacios como Il Salone del mobile, La Biennale di Venezia, La Triennale di Milano, los cuales son vitrinas que muestran las últimas tendencias, espacios de discusión y reflexión sobre los nuevos paradigmas en la organización espacial y el diseño de los elementos que integran las composiciones espaciales.

Además de los circuitos museísticos tradicionales como la Galeria Uffizi, en Florencia, Museos Vaticanos en Roma, el Museo Egipcio de Torino o la Academia de Brera en Milano, también hay espacios que muestran las manifestaciones contemporáneas, como el Maxxi de Roma, el Madre de Napoli, o el ADI museo del diseño Compasso d’Oro en Milano. Otras opciones son las fundaciones Zegna o Prada, entre otras, con programas que impulsan el arte y el diseño como una cultura de vida. 

Ese espíritu está arraigado en la sociedad italiana, se comparte y se contagia, por ello la importancia de estudiar arte y diseño en Italia y qué mejor que contar con la posibilidad de hacerlo con el propio idioma.  La Società Dante Alighieri ofrece la oportunidad de estudiar la lengua a través de sus distintos cursos, así como aproximarse a la cultura a través de sus actividades artísticas. 

Raúl Monterroso

  • La cultura del diseño y el italiano

    Gracias a su posición geográfica y a las condiciones sociales, culturales, ambientales y económicas, los habitantes de la península han gozado a lo largo de la historia de la posibilidad de múltiples intercambios, lo cual proporcionó las bases para una evolución del arte y la cultura: desde la antigüedad, pasando por la era del imperio romano, el renacimiento, una era moderna impresionante, hasta llegar a nuestros días, cada momento ha dejado testimonio de la importancia del arte, la arquitectura y el diseño italiano en la cultura universal, como lo evidencian los 53 sitios declarados Patrimonio de la umanidad por Unesco. 

    Por ello la lengua italiana está íntimamente ligada al lenguaje musical, a la música clásica y a la lírica, al teatro y también a la poesía.

    Además de lo anterior, también la cultura culinaria ha hecho importantes aportes a las tradiciones alimentarias de occidente, sin dejar de mencionar la cultura vinícola.  Como se puede ver, arte, arquitectura, gastronomía, pero sobre todo creatividad, innovación y diferenciación son elementos que caracterizan estas expresiones italianas, las cuales se pueden apreciar a plenitud en el concepto que actualmente se conoce como “Made in Italy”, toda una declaración de principios, el cual se identifica en inglés para poder ser presentado globalmente, pero con fuertes y profundas raíces italianas.

    Posiblemente el diseño italiano es la disciplina que continúa en la actualidad con la tradición ya mencionada, el diseño como consecuencia de una ya lejana Revolución Industrial, pero que actualmente se manifiesta en la moda, representada por importantes casas como Gucci, Ermenegildo Zegna, Armani por mencionar algunas; el diseño industrial, con aportes tan trascendentales como la icónica cafetera moka o la máquina de escribir Olivetti, y por supuesto la arquitectura, con importantes aportes a la teoría como los de Bruno Zevi o Aldo Rossi, hasta llegar a los más innovadores paradigmas de la sostenibilidad impulsados por Mario Cucinella y su School of Sustainability SOS, o Stefano Boeri y su Bosco Verticale.

    Cada uno de los diferentes gremios comparte sus innovadoras propuestas en varios espacios como Il Salone del mobile, La Biennale di Venezia, La Triennale di Milano, los cuales son vitrinas que muestran las últimas tendencias, espacios de discusión y reflexión sobre los nuevos paradigmas en la organización espacial y el diseño de los elementos que integran las composiciones espaciales.

    Además de los circuitos museísticos tradicionales como la Galeria Uffizi, en Florencia, Museos Vaticanos en Roma, el Museo Egipcio de Torino o la Academia de Brera en Milano, también hay espacios que muestran las manifestaciones contemporáneas, como el Maxxi de Roma, el Madre de Napoli, o el ADI museo del diseño Compasso d’Oro en Milano. Otras opciones son las fundaciones Zegna o Prada, entre otras, con programas que impulsan el arte y el diseño como una cultura de vida. 

    Ese espíritu está arraigado en la sociedad italiana, se comparte y se contagia, por ello la importancia de estudiar arte y diseño en Italia y qué mejor que contar con la posibilidad de hacerlo con el propio idioma.  La Società Dante Alighieri ofrece la oportunidad de estudiar la lengua a través de sus distintos cursos, así como aproximarse a la cultura a través de sus actividades artísticas. 

    Raúl Monterroso