EL ESTADO LAICO EN EL PENSAMIENTO DE DANTE ALIGHIERI
de Maurizio Colombo
En el marco de las celebraciones de los 700 años de Dante Alighieri (1321-2021)
Monarquía representa una de las obras de Dante que más influencia política ha ejercido. Probablemente empujado a escribirla, hacia 1313, Dante quiere contribuir a erradicar la anarquía imperante de su época, en Italia y, concretamente, en su ciudad florentina. Sueña con un orden social que establezca la paz universal.
El tono de la obra, netamente gibelino, muestra a un Dante que ha evolucionado intelectualmente. Se muestra aquí como un intelectual a caballo entre la escolástica y el florecimiento de un estilo nuevo. Hay en él toda una serie de giros, expresiones, alegorías, imágenes y simbolismos claramente medievales, pero detrás de todo ello aparece un estilo nuevo de pensar, un conjunto de ideas que, contra corriente, contribuyeron a cambiar el modo de interpretar el mundo.
Su Monarquía fue condenada y proscrita por parte de la dogmática e intolerante jerarquía eclesiástica medieval de su tiempo.
"MONARCHIA"
De Monarchia, escrita por Dante en latín, muestra su deseo de dar a conocer su contenido en el ambiente intelectual, no solo de Italia, sino de toda Europa. Constituye un momento relevante de la historia de las doctrinas políticas, ya que concibe el Estado moderna y laicamente, en su radical autonomía con respecto a cualquier injerencia de la Iglesia.
Parece que la tesis de la separación entre la Iglesia y el Estado - raíz y fuente del Estado laico - en su tiempo y entorno geopolítico-religioso fuera una idea prácticamente impensable y, más aún, impronunciable. La atmósfera político-religiosa de la época no lo permitía. A un atrevimiento de esta naturaleza casi nadie se quería exponer, pues aquel audaz que lo intentara y se arriesgara, corría consecuencias fatales. Dante, inmerso en este ambiente teocéntrico, se atrevió y dejó su obra a la posteridad, aunque el tratado, después de su aparición y con el autor ya ausente de este mundo, fuera enlistado en los libros prohibidos por la nomenclatura eclesiástica.
En seguida unos conceptos en los que podemos ver reflejado algunos fragmentos del pensamiento de Dante: su visión en torno a la necesaria separación del Estado y la Iglesia, por razón y decisión divina para el mundo terrenal y para el mayor bien de ambos entes: el laico y el espiritual.
1.- SEPARACIÓN ESTADO-IGLESIA: EL ORIGEN DEL ESTADO LAICO
Dante, aun siendo un acendrado católico, dice: «…Dios hizo…a los dos regímenes, a saber, el espiritual y el temporal.»
Escribe que «…así como la Iglesia tiene su fundamento propio, así también el Imperio tiene el suyo…». El fundamento del Imperio es el derecho humano. Por tanto, así como la Iglesia no puede obrar en contra de su fundamento, si no que siempre se debe apoyar en él, así tampoco le es licito al Imperio hacer cualquier cosa contra el derecho humano; pero obraría contra el derecho humano si se destruyera a sí mismo; luego no le es licito al Imperio destruirse sí mismo.
Con su propia meditación, razonamiento, argumentación y justificación, retoma aquélla famosa expresión de boca de Jesús que señalaba que «… lo que es del César al César y lo que es de Dios a Dios» Ahí es donde Dante encuentra los cimientos o germen del Estadio laico.
2.- DOS GOBIERNOS MUNDIALES: EL LAICO Y EL ECLESIÁSTICO
Basado en esta idea central, por el bien y felicidad de la humanidad, para él, solo hay dos grandes y únicos polos de envergadura mundial y/o universal. Dos cabezas en el mundo: El civil y el espiritual o divino; y son los únicos que, a cada uno en su terreno y ámbito de competencia, les concedió la fuente primaria y única que es Dios; esto es, la que les da razón de ser y vida.
Así, podemos decir que el modelo ideal de organización política superior para Dante es “…la Monarquía temporal, llamada también Imperio, aquel principado único que está sobre todos los demás en el tiempo o en las cosas medidas por el tiempo.
3.- LA FUENTE DE LOS DOS REINOS ES DIOS
Dante ve que la creación de ambos regímenes, el puramente terrenal y el elevado espiritual, es divina. Dios, con su excelsa omnipotencia, es el dador de los dos regímenes en la tierra, pero cada uno debe caminar por cuerdas y senderos separados. No deben mezclarse entre sí en un inapropiado maridaje teocrático, pero tampoco con la preponderancia de uno sobre el otro, sino en un claro plano de igualdad, porque los dos, aunque tengan la misma raíz primigenia, tienen fines totalmente distintos.
«Por eso fue necesario al hombre tener un doble guía, de acuerdo con este doble fin, a saber: el Sumo Pontífice, que conduce al género humano a la vida eterna según la verdad revelada, y el Emperador, que dirige al género humano a la felicidad temporal, según las enseñanzas filosóficas.»
4.- LIBERTAD, DERECHO INNATO DE LA HUMANIDAD
Por lo que corresponde al expediente de la libertad, a Dante no le pasó por alto este punto, y al respecto asevera de manera categórica «…hay que tener en cuenta que el primer principio de nuestra libertad es el libre albedrío, que muchos tienen en su boca, pero pocos en su entendimiento, pues llegan incluso a decir que el libre albedrío es un juicio libre de la voluntad.”» Y acorde con su formación, sin titubeos afirma «… que esta libertad o este principio de toda nuestra libertad es el mayor don hecho por Dios a la humana naturaleza.»
De esta manera, tomando en consideración el valor de la libertad que trae de forma intrínseca el hombre, concluye que «… el género humano vivirá tanto mejor cuanto más libre sea.»
5.- UNIDAD SOCIAL, PATRIOTISMO Y DEBERES
El fin último y supremo de toda sociedad es la felicidad, como bien lo dice Aristóteles; pero para alcanzar ésta, es necesario que haya paz, y para que haya paz debe haber bienestar; pero todo esto se logra en la medida que haya concordia y armonía en la sociedad; y esto es posible, siempre y cuando exista unidad en las sociedades. Por eso el primer deber y obligación, como requisito -sine qua non- e ineludible, de un gobernante, es mantener y cementar la unidad de la sociedad. Solo a partir de esto se puede lograr el progreso y el desarrollo, para dar paso a los anteriores estadios político-sociales.
Todo político que se precie de serlo, tiene el deber ineludible de siempre poner en juego toda su inteligencia y habilidad al servicio del bienestar del país. Debe entregarse completamente a cumplir debidamente con sus deberes y obligaciones, pues se debe entender perfectamente que es un verdadero honor y privilegio ciudadano, servir para bien del país y servir a la sociedad.
Por eso, Dante dogmatiza que «…quien, instruido en la doctrina política, no se preocupa de contribuir al bien de la república, no dude de que se halla lejos del cumplimiento de su deber…»
6.- ÉTICA POLÍTICA
Para referirse a la línea de la honestidad, Dante cita textualmente a Aristóteles en su Ética a Nicómaco, para hacer suyas sus palabras, cuando asegura que “…es amable, en efecto, lo que a uno pertenece; pero mejor y más divino es lo que pertenece al pueblo y a la ciudad…”
Con esto, Dante nos manda el mensaje de que el servidor público siempre debe conducirse con rectitud en el ejercicio de sus funciones y no caer en las tentaciones materiales, de aprovechar el cargo para apropiarse de lo que le corresponde y es propiedad del pueblo.
7.- LEYES ACORDES AL PUEBLO
La mejor ley, dice Aristóteles, es aquélla que mejor le acomoda a cada pueblo; esto es a su idiosincrasia, a su propia conformación y forma de ser, por lo que para que no choque con elementos ajenos a su modo de vida, no deben importarse esquemas o instituciones para incorporarlas tal cuales al formularse las leyes, ya que si bien es cierto que las mismas podrán ser muy buenas y eficaces en el país de las que se quieran traer, no del todo pueden ser aplicables al el país que se pretendan instaurar, sin hacerle en todo caso las adecuaciones apropiadas con la forma y estilo de vida de cada pueblo.
De ahí que, parafraseando a Aristóteles, en sus recomendaciones a Nicómaco, Dante igualmente exponga que “…las naciones, los reinos y las ciudades tienen caracteres propios, que conviene regular por leyes diferentes, pues la ley es una regla directiva de la vida…”.
8.- LOS GOBERNANTES SON SERVIDORES DEL PUEBLO
Apoyándose de igual manera en Aristóteles, él también piensa que, en las sociedades organizadas, los gobiernos no están por encima de los gobernados, sino todo lo contrario, que los gobiernos se deben y están al servicio de los pueblos. Dante explica: “…no son los ciudadanos para los cónsules, ni los pueblos para el rey, sino al contrario, los cónsules para los ciudadanos y el rey para su pueblo; porque, del mismo modo que no se hace el gobierno para las leyes, sino más bien éstas para aquél, así también los que viven de acuerdo con la ley no se ordenan al legislador, sino que más bien es éste el que está en función de aquéllos,”
En resumen, interpretando sus palabras, debemos entender y tener muy claro lo siguiente: el servicio público, al servicio del pueblo.
De ahí que disponga que quienes aspiren a gobernar, deben tener una debida preparación y formación para ello, y cumplir con una serie de requisitos, ya que solo de esta manera, “…quien está más capacitado para gobernar es el que mejor puede disponer a los otros, …”, ya que tendrá la autoridad para ello, al cumplir con estas cualidades.
9.- GOBIERNO DE LOS MÁS CAPACITADOS.
Retomando la idea expresada por los griegos del periodo clásico, sobre todo de la triada Sócrates, Platón y Aristóteles en su propuesta de la creación de un Estado ideal, en cuya concepción consideran que los más preparados son los que deberían ser los que gobernaran, Dante escribe que en la política, “los que poseen una inteligencia vigorosa deben, por exigencia de la misma, ejercer su autoridad sobre los demás”; es decir, éstos son los que verdaderamente deben estar llamados a gobernar.
Si bien es cierto que, en el mundo de la Iglesia, la elección del Papa proviene de una inspiración divina, en el civil se deberían elegir, además de los que tengan méritos, los mejor preparados y los más capacitados para gobernar.
10.- DERECHO Y JUSTICIA
Dante afirma que “…todo el que busca el bien de la República, busca el derecho como fin” y siendo el fin de la sociedad el bien común de todos sus miembros, necesariamente el fin de cualquier derecho es el bien común; y es imposible, a su vez, que exista ningún derecho que no se proponga el bien común.
Por ello, es de entenderse muy claramente que el Poder Judicial debe ser totalmente independiente de los otros poderes, pues solo así, gozando plenamente de su libertad y autonomía, podrá realmente estar en posibilidades de cumplir con su auténtica razón y misión de impartir verdaderamente justicia al no estar influenciado ni maniatado por los otros poderes, y mucho menos poniéndose a su servicio por complacencia o temor.
11.- LA PAZ: MOTOR DE LA FELICIDAD
Seguramente, como observador de tantas y permanentes luchas entre los diversos pueblos por el poder y dominio (en las cuales también se vio envuelto, sufriendo las consecuencias, tales como el destierro, a lo cual, por cierto, no era ajena la Iglesia, sino por el contrario, una protagonista y actora central), Dante consideraba que ya había llegado el momento de poner fin a estas pugnas, de tal suerte que llegara un anhelado estado de paz en la tierra, que hiciera felices a sus habitantes.
Por eso, para él “…está claro que el género humano se encuentra en mayor libertad y felicidad en el sosiego y tranquilidad de la paz, para realizar su propia obra, que es casi divina, …” Más adelante agrega que “…la paz universal es el mejor medio para nuestra felicidad.” Luego entonces, “…el medio más perfecto para que el género humano realice su propia obra es la paz universal.”
CONCLUSIONES.
El “pecado original” de la MONARQUIA deriva de la virtud y el método de la DUDA.
Gracias a Brunetto Latini, Dante descubre y estudia con pasión los antiguos filósofos griegos, los padres de la DEMOCRACIA, desconocidos a la mayoría en aquellos tiempos, traduciendo en términos modernos el método y el pensamiento especulativo.
Entiende entonces el poderoso mensaje: desde el momento en que el ser humano comienza a razonar sistemáticamente sobre sí mismo y su propia realidad, surgen las primeras dudas existenciales.
En el mundo griego antiguo, la retórica se convirtió en el arte de razonar sobre la existencia. Sin embargo, esto no excluye su naturaleza como instrumento de persuasión; las dudas son el eje central de un pensamiento libre.
Esta posición filosófica se centra en el desarrollo de la capacidad del individuo para gestionar la realidad, los demás y él mismo o sea procediendo con preguntas específicas es posible sacar a la luz la verdad interior del hombre. Así, una vez que se llega a la verdad, la duda se anula (dando espacio a más dudas).
Dante traduce en la MONARQUIA los elementos fundamentales de que el hombre es un ser libre, que tiene el derecho de opinar y ser protagonista de su propia vida. De allí el rechazo por parte de los “poderes” de su época. En un mundo dominado por los dogmas de la “verdad revelada”, la duda es el enemigo.
Maurizio Colombo se gradúa de Maestro de Bellas Arte, en el Instituto de Arte Experimental Estatal de Roma y sigue sus estudios de arte en Paris a través de una beca. Ha sido catedrático de “Sociología del Arte” en la Universidad de Roma “La Sapienza” y de “Decoración Pictórica y Artes Aplicadas” en la Academia de Bellas Arte de Roma.
En Centroamérica desde finales de los años ’70, funda la carrera y es catedrático de “Estética y Arte” en el Politécnico de Managua. En Guatemala se dedica a la comunicación publicitaria y al mercadeo social y a afinar sus técnicas artísticas. A lo largo de su carrera y producción artística ha recibido numerosos reconocimientos y distintos premios. Es apreciado también como conferencista y operador cultural.
EL ESTADO LAICO EN EL PENSAMIENTO DE DANTE ALIGHIERI
de Maurizio Colombo
En el marco de las celebraciones de los 700 años de Dante Alighieri (1321-2021)
Monarquía representa una de las obras de Dante que más influencia política ha ejercido. Probablemente empujado a escribirla, hacia 1313, Dante quiere contribuir a erradicar la anarquía imperante de su época, en Italia y, concretamente, en su ciudad florentina. Sueña con un orden social que establezca la paz universal.
El tono de la obra, netamente gibelino, muestra a un Dante que ha evolucionado intelectualmente. Se muestra aquí como un intelectual a caballo entre la escolástica y el florecimiento de un estilo nuevo. Hay en él toda una serie de giros, expresiones, alegorías, imágenes y simbolismos claramente medievales, pero detrás de todo ello aparece un estilo nuevo de pensar, un conjunto de ideas que, contra corriente, contribuyeron a cambiar el modo de interpretar el mundo.
Su Monarquía fue condenada y proscrita por parte de la dogmática e intolerante jerarquía eclesiástica medieval de su tiempo.
"MONARCHIA"
De Monarchia, escrita por Dante en latín, muestra su deseo de dar a conocer su contenido en el ambiente intelectual, no solo de Italia, sino de toda Europa. Constituye un momento relevante de la historia de las doctrinas políticas, ya que concibe el Estado moderna y laicamente, en su radical autonomía con respecto a cualquier injerencia de la Iglesia.
Parece que la tesis de la separación entre la Iglesia y el Estado - raíz y fuente del Estado laico - en su tiempo y entorno geopolítico-religioso fuera una idea prácticamente impensable y, más aún, impronunciable. La atmósfera político-religiosa de la época no lo permitía. A un atrevimiento de esta naturaleza casi nadie se quería exponer, pues aquel audaz que lo intentara y se arriesgara, corría consecuencias fatales. Dante, inmerso en este ambiente teocéntrico, se atrevió y dejó su obra a la posteridad, aunque el tratado, después de su aparición y con el autor ya ausente de este mundo, fuera enlistado en los libros prohibidos por la nomenclatura eclesiástica.
En seguida unos conceptos en los que podemos ver reflejado algunos fragmentos del pensamiento de Dante: su visión en torno a la necesaria separación del Estado y la Iglesia, por razón y decisión divina para el mundo terrenal y para el mayor bien de ambos entes: el laico y el espiritual.
1.- SEPARACIÓN ESTADO-IGLESIA: EL ORIGEN DEL ESTADO LAICO
Dante, aun siendo un acendrado católico, dice: «…Dios hizo…a los dos regímenes, a saber, el espiritual y el temporal.»
Escribe que «…así como la Iglesia tiene su fundamento propio, así también el Imperio tiene el suyo…». El fundamento del Imperio es el derecho humano. Por tanto, así como la Iglesia no puede obrar en contra de su fundamento, si no que siempre se debe apoyar en él, así tampoco le es licito al Imperio hacer cualquier cosa contra el derecho humano; pero obraría contra el derecho humano si se destruyera a sí mismo; luego no le es licito al Imperio destruirse sí mismo.
Con su propia meditación, razonamiento, argumentación y justificación, retoma aquélla famosa expresión de boca de Jesús que señalaba que «… lo que es del César al César y lo que es de Dios a Dios» Ahí es donde Dante encuentra los cimientos o germen del Estadio laico.
2.- DOS GOBIERNOS MUNDIALES: EL LAICO Y EL ECLESIÁSTICO
Basado en esta idea central, por el bien y felicidad de la humanidad, para él, solo hay dos grandes y únicos polos de envergadura mundial y/o universal. Dos cabezas en el mundo: El civil y el espiritual o divino; y son los únicos que, a cada uno en su terreno y ámbito de competencia, les concedió la fuente primaria y única que es Dios; esto es, la que les da razón de ser y vida.
Así, podemos decir que el modelo ideal de organización política superior para Dante es “…la Monarquía temporal, llamada también Imperio, aquel principado único que está sobre todos los demás en el tiempo o en las cosas medidas por el tiempo.
3.- LA FUENTE DE LOS DOS REINOS ES DIOS
Dante ve que la creación de ambos regímenes, el puramente terrenal y el elevado espiritual, es divina. Dios, con su excelsa omnipotencia, es el dador de los dos regímenes en la tierra, pero cada uno debe caminar por cuerdas y senderos separados. No deben mezclarse entre sí en un inapropiado maridaje teocrático, pero tampoco con la preponderancia de uno sobre el otro, sino en un claro plano de igualdad, porque los dos, aunque tengan la misma raíz primigenia, tienen fines totalmente distintos.
«Por eso fue necesario al hombre tener un doble guía, de acuerdo con este doble fin, a saber: el Sumo Pontífice, que conduce al género humano a la vida eterna según la verdad revelada, y el Emperador, que dirige al género humano a la felicidad temporal, según las enseñanzas filosóficas.»
4.- LIBERTAD, DERECHO INNATO DE LA HUMANIDAD
Por lo que corresponde al expediente de la libertad, a Dante no le pasó por alto este punto, y al respecto asevera de manera categórica «…hay que tener en cuenta que el primer principio de nuestra libertad es el libre albedrío, que muchos tienen en su boca, pero pocos en su entendimiento, pues llegan incluso a decir que el libre albedrío es un juicio libre de la voluntad.”» Y acorde con su formación, sin titubeos afirma «… que esta libertad o este principio de toda nuestra libertad es el mayor don hecho por Dios a la humana naturaleza.»
De esta manera, tomando en consideración el valor de la libertad que trae de forma intrínseca el hombre, concluye que «… el género humano vivirá tanto mejor cuanto más libre sea.»
5.- UNIDAD SOCIAL, PATRIOTISMO Y DEBERES
El fin último y supremo de toda sociedad es la felicidad, como bien lo dice Aristóteles; pero para alcanzar ésta, es necesario que haya paz, y para que haya paz debe haber bienestar; pero todo esto se logra en la medida que haya concordia y armonía en la sociedad; y esto es posible, siempre y cuando exista unidad en las sociedades. Por eso el primer deber y obligación, como requisito -sine qua non- e ineludible, de un gobernante, es mantener y cementar la unidad de la sociedad. Solo a partir de esto se puede lograr el progreso y el desarrollo, para dar paso a los anteriores estadios político-sociales.
Todo político que se precie de serlo, tiene el deber ineludible de siempre poner en juego toda su inteligencia y habilidad al servicio del bienestar del país. Debe entregarse completamente a cumplir debidamente con sus deberes y obligaciones, pues se debe entender perfectamente que es un verdadero honor y privilegio ciudadano, servir para bien del país y servir a la sociedad.
Por eso, Dante dogmatiza que «…quien, instruido en la doctrina política, no se preocupa de contribuir al bien de la república, no dude de que se halla lejos del cumplimiento de su deber…»
6.- ÉTICA POLÍTICA
Para referirse a la línea de la honestidad, Dante cita textualmente a Aristóteles en su Ética a Nicómaco, para hacer suyas sus palabras, cuando asegura que “…es amable, en efecto, lo que a uno pertenece; pero mejor y más divino es lo que pertenece al pueblo y a la ciudad…”
Con esto, Dante nos manda el mensaje de que el servidor público siempre debe conducirse con rectitud en el ejercicio de sus funciones y no caer en las tentaciones materiales, de aprovechar el cargo para apropiarse de lo que le corresponde y es propiedad del pueblo.
7.- LEYES ACORDES AL PUEBLO
La mejor ley, dice Aristóteles, es aquélla que mejor le acomoda a cada pueblo; esto es a su idiosincrasia, a su propia conformación y forma de ser, por lo que para que no choque con elementos ajenos a su modo de vida, no deben importarse esquemas o instituciones para incorporarlas tal cuales al formularse las leyes, ya que si bien es cierto que las mismas podrán ser muy buenas y eficaces en el país de las que se quieran traer, no del todo pueden ser aplicables al el país que se pretendan instaurar, sin hacerle en todo caso las adecuaciones apropiadas con la forma y estilo de vida de cada pueblo.
De ahí que, parafraseando a Aristóteles, en sus recomendaciones a Nicómaco, Dante igualmente exponga que “…las naciones, los reinos y las ciudades tienen caracteres propios, que conviene regular por leyes diferentes, pues la ley es una regla directiva de la vida…”.
8.- LOS GOBERNANTES SON SERVIDORES DEL PUEBLO
Apoyándose de igual manera en Aristóteles, él también piensa que, en las sociedades organizadas, los gobiernos no están por encima de los gobernados, sino todo lo contrario, que los gobiernos se deben y están al servicio de los pueblos. Dante explica: “…no son los ciudadanos para los cónsules, ni los pueblos para el rey, sino al contrario, los cónsules para los ciudadanos y el rey para su pueblo; porque, del mismo modo que no se hace el gobierno para las leyes, sino más bien éstas para aquél, así también los que viven de acuerdo con la ley no se ordenan al legislador, sino que más bien es éste el que está en función de aquéllos,”
En resumen, interpretando sus palabras, debemos entender y tener muy claro lo siguiente: el servicio público, al servicio del pueblo.
De ahí que disponga que quienes aspiren a gobernar, deben tener una debida preparación y formación para ello, y cumplir con una serie de requisitos, ya que solo de esta manera, “…quien está más capacitado para gobernar es el que mejor puede disponer a los otros, …”, ya que tendrá la autoridad para ello, al cumplir con estas cualidades.
9.- GOBIERNO DE LOS MÁS CAPACITADOS.
Retomando la idea expresada por los griegos del periodo clásico, sobre todo de la triada Sócrates, Platón y Aristóteles en su propuesta de la creación de un Estado ideal, en cuya concepción consideran que los más preparados son los que deberían ser los que gobernaran, Dante escribe que en la política, “los que poseen una inteligencia vigorosa deben, por exigencia de la misma, ejercer su autoridad sobre los demás”; es decir, éstos son los que verdaderamente deben estar llamados a gobernar.
Si bien es cierto que, en el mundo de la Iglesia, la elección del Papa proviene de una inspiración divina, en el civil se deberían elegir, además de los que tengan méritos, los mejor preparados y los más capacitados para gobernar.
10.- DERECHO Y JUSTICIA
Dante afirma que “…todo el que busca el bien de la República, busca el derecho como fin” y siendo el fin de la sociedad el bien común de todos sus miembros, necesariamente el fin de cualquier derecho es el bien común; y es imposible, a su vez, que exista ningún derecho que no se proponga el bien común.
Por ello, es de entenderse muy claramente que el Poder Judicial debe ser totalmente independiente de los otros poderes, pues solo así, gozando plenamente de su libertad y autonomía, podrá realmente estar en posibilidades de cumplir con su auténtica razón y misión de impartir verdaderamente justicia al no estar influenciado ni maniatado por los otros poderes, y mucho menos poniéndose a su servicio por complacencia o temor.
11.- LA PAZ: MOTOR DE LA FELICIDAD
Seguramente, como observador de tantas y permanentes luchas entre los diversos pueblos por el poder y dominio (en las cuales también se vio envuelto, sufriendo las consecuencias, tales como el destierro, a lo cual, por cierto, no era ajena la Iglesia, sino por el contrario, una protagonista y actora central), Dante consideraba que ya había llegado el momento de poner fin a estas pugnas, de tal suerte que llegara un anhelado estado de paz en la tierra, que hiciera felices a sus habitantes.
Por eso, para él “…está claro que el género humano se encuentra en mayor libertad y felicidad en el sosiego y tranquilidad de la paz, para realizar su propia obra, que es casi divina, …” Más adelante agrega que “…la paz universal es el mejor medio para nuestra felicidad.” Luego entonces, “…el medio más perfecto para que el género humano realice su propia obra es la paz universal.”
CONCLUSIONES.
El “pecado original” de la MONARQUIA deriva de la virtud y el método de la DUDA.
Gracias a Brunetto Latini, Dante descubre y estudia con pasión los antiguos filósofos griegos, los padres de la DEMOCRACIA, desconocidos a la mayoría en aquellos tiempos, traduciendo en términos modernos el método y el pensamiento especulativo.
Entiende entonces el poderoso mensaje: desde el momento en que el ser humano comienza a razonar sistemáticamente sobre sí mismo y su propia realidad, surgen las primeras dudas existenciales.
En el mundo griego antiguo, la retórica se convirtió en el arte de razonar sobre la existencia. Sin embargo, esto no excluye su naturaleza como instrumento de persuasión; las dudas son el eje central de un pensamiento libre.
Esta posición filosófica se centra en el desarrollo de la capacidad del individuo para gestionar la realidad, los demás y él mismo o sea procediendo con preguntas específicas es posible sacar a la luz la verdad interior del hombre. Así, una vez que se llega a la verdad, la duda se anula (dando espacio a más dudas).
Dante traduce en la MONARQUIA los elementos fundamentales de que el hombre es un ser libre, que tiene el derecho de opinar y ser protagonista de su propia vida. De allí el rechazo por parte de los “poderes” de su época. En un mundo dominado por los dogmas de la “verdad revelada”, la duda es el enemigo.
Maurizio Colombo se gradúa de Maestro de Bellas Arte, en el Instituto de Arte Experimental Estatal de Roma y sigue sus estudios de arte en Paris a través de una beca. Ha sido catedrático de “Sociología del Arte” en la Universidad de Roma “La Sapienza” y de “Decoración Pictórica y Artes Aplicadas” en la Academia de Bellas Arte de Roma.
En Centroamérica desde finales de los años ’70, funda la carrera y es catedrático de “Estética y Arte” en el Politécnico de Managua. En Guatemala se dedica a la comunicación publicitaria y al mercadeo social y a afinar sus técnicas artísticas. A lo largo de su carrera y producción artística ha recibido numerosos reconocimientos y distintos premios. Es apreciado también como conferencista y operador cultural.